- Pensaba encargarme de esto solo, pero...
Lo dicho, gracias. Te debo una.
- Nos conocemos desde hace mucho, Balthus.
¿Crees que abandonaría a un amigo en apuros?
- Sí, yo creo que Baltie se las habría apañado solo.
- No digas eso, Hilda. ¡Vas a hacer que Balthus llore!
- Nada de eso.
- ¿Pero no ha sido tu madrastra la que ha contratado
[cdb]a esos asesinos?
- Estoy seguro al ochenta por ciento. Y sí, no sería
[cdb]la primera vez que manda a alguien a por mí.
- Esto es imperdonable. ¡Hablaré con la Casa Albrecht
[cdb]sobre este asunto inmediatamente!
- No te molestes. Mi hermanito ya tiene bastante
[cdb]con la gestión de esa familia. No quiero causarle
[cdb]más problemas.
- ¿El mismo hermano pequeño cuya madre
[cdb]está intentando matarte? ¿Y por qué protegerlo?
- ¿El mismo hermano pequeño cuya madre
[cdb]está intentando matarte? ¿Y por qué protegerlo?
- Porque no ha hecho nada malo...
y es un buen hombre.
- Gracias a él pude abandonar a esa familia
[cdb]y vivir con la libertad que tengo ahora.
- Antes has dicho que es bueno que tu madrastra
[cdb]quiera verte muerto o algo así.
- ¿A qué te referías?
- Mira, tiene un delirio persecutorio...
además, es insistente como nadie.
- ¿Qué crees que pasaría si pusiera el ojo en mi padre
[cdb]o en mi verdadera madre en lugar de en mí?
- Espera, ¿tu madre biológica sigue viva?
Al decir madrastra, di por hecho que... ya sabes.
- Espera, ¿tu madre biológica sigue viva?
Al decir madrastra, di por hecho que... ya sabes.
- Sí, es... complicado. En resumen, ahora vive oculta
[cdb]en algún lugar de las montañas.
- Eso es todo más o menos. No hace falta
[cdb]que te preocupes más por el tema.
- Pero ¿cuándo se va a acabar esto? Tu madrastra
[cdb]no va a dejar de enviar a gente a buscarte.
- Es lo que hay. Supongo que hay que dejar
[cdb]que se le pase la historia.
- A ver, ya tengo a cobradores de deudas
[cdb]y cazarrecompensas detrás de mí, ¿no?
- ¿Qué más da que se les sumen unos cuantos asesinos?
- Si cambiaras de hábitos, al menos podrías deshacerte
[cdb]de los recaudadores de deudas.
- Menudo fichaje estás hecho.
- Oye, me acabo de acordar de que tengo un recado
[cdb]por hacer. ¡Gracias por ayudarme hoy!
- ¡Esta conversación no ha terminado, Balthus!
- En ese caso, sigamos otro día con una cena
[cdb]por delante... ¡Hablaremos de todo lo que quieras!
Ah, y tú invitas.
- Bueno, ahí va. Otra vez.
- Verlo de forma optimista.
- Ponerse pesimista.
- Tiene un estilo de vida bastante curioso,
[cdb]pero soy incapaz de enfadarme con él.
- Tiene un estilo de vida bastante curioso,
[cdb]pero soy incapaz de enfadarme con él.
- Yo tampoco.
- Jamás podría vivir así... y nunca querría.
- Jamás podría vivir así... y nunca querría.
- Pienso igual, pero creo que Holst no está de acuerdo.
- Cierto. Y aunque sé que es una locura,
[cdb]no puedo evitar admirar su coraje.