- Uf, el entrenamiento de hoy ha sido duro.
Creo que tengo que esforzarme todavía más
[cdb]si quiero seguir el ritmo.
- Es maravilloso lo involucrado que estás con todo esto,
[cdb]pero me siento mal por ti.
- ¿Por qué? Es culpa mía por no estar a la altura.
- Espera y verás, Sylvain. En la próxima batalla,
[cdb]destacaré sobre todos los demás.
- No me refería a eso, me siento mal
[cdb]por haberte arrastrado a esta guerra.
- La única razón por la que luchamos es
[cdb]para que nuestros hogares no sean destruidos.
- Si fracasamos, lo perderemos todo. Nuestras casas,
[cdb]nuestras familias, los lugares donde crecimos...
- Pero tú no te juegas nada así de personal
[cdb]en esta lucha. Puedes vivir según te lleve el viento.
- Cierto, soy un poco nómada.
- ¿Hay algún lugar al que llames hogar?
- Bueno, más o menos.
- Crecí en una remota aldea en las montañas,
[cdb]así que diría que eso es lo más parecido a un hogar
[cdb]que tengo, pero es difícil saberlo.
- (...)
- Sinceramente, dudo que llegue a entender
[cdb]lo que es tener un hogar como lo hacéis vosotros.
- ¿Entonces, qué? ¿Estás en esto solo por el dinero?
- Confirmar sus sospechas.
- Negarlo.
- Si me pagan por un trabajo, haré lo que haga falta
[cdb]para completarlo. Por supuesto, también quiero
[cdb]mantener a mis amigos a salvo.
- Una respuesta muy propia de ti.
No es que me parezca mal.
- No, solo me estoy esforzando para asegurarme
[cdb]de que mis amigos salgan vivos de esta guerra.
Aunque tampoco me viene mal el dinero.
- Vale, ahora solo intentas quedar bien.
Aunque está funcionando, eso te lo admito.
- En serio, esto es lo más parecido a un hogar
[cdb]que he tenido, porque os tengo a todos aquí.
- ¿Estás seguro? Este sitio no tiene calidad de vida,
[cdb]te lo digo yo.
- Hace frío, está desolado, ¡y no hay donde divertirse!
Además, nos atacan constantemente los enemigos,
[cdb]como los soldados de Sreng.
- Bueno, eso no lo puedo negar.
Pero sigue siendo importante para ti, ¿no?
- Sí, de eso no cabe duda.
- Y es nuestro trabajo convertirlo en un lugar
[cdb]donde todos puedan vivir en paz.
- Cierto. Quién sabe qué pasará después de la guerra,
[cdb]pero por ahora estaré con vosotros a cada paso.
- Te lo agradezco. Ah, sí, y sobre esos planos
[cdb]de esferas ígneas que te enseñé antes...
- ¿Te importa ayudarme con un pequeño experimento
[cdb]más tarde? Cuando lo probé, le faltaba potencia.
- Claro. Parece que aún le queda mucho, ¿no?
- ¡Oye, que lo estoy intentando! Hasta me puse
[cdb]en contacto con la escuela de magia
[cdb]a ver si podían ayudar.
- Tómate tu tiempo, Sylvain.
Seguro que uno de estos días lo terminas.
- He pasado suficiente tiempo contigo como para saber
[cdb]que puedes hacer cualquier cosa si te lo propones.