- Uf...
- Ah, Bernadetta. Ya veo que por fin han llegado
[cdb]los documentos que esperaba.
- ¡Ah! ¡H-Hubert! ¡No estoy haciendo nada malo!
- Entonces ¿me haría el favor de entregármelos?
Después de todo, yo soy el destinatario.
- Oh, eh, vale. Edelgard me pidió que los trajese.
- ¡Uf! Cuánto pesan.
¿Qué son estos documentos?
- Viejos registros de actividad de bandidos en la zona
[cdb]que necesito para mi investigación.
- ¡Eso me recuerda algo! He oído que teníamos
[cdb]a unos bandidos acorralados, pero... se escaparon.
- Sí, un asunto de lo más molesto.
Me parece increíble que nuestras tropas no sean
[cdb]capaces de exterminar a unas cuantas alimañas.
- ¡Ah! Espera, ¿estás enfadado?
- Oh, dudo que valga la pena enojarme por esto.
- Menos mal. Pero parece que estás enfadado.
- Bernadetta, ¿te das cuenta de cómo tu persistencia
[cdb]a menudo produce el resultado que intentas evitar?
- ¡Ah! Quiero decir, eh... ¿Sí?
- No importa, estoy malhumorado porque debo hallar
[cdb]un nido de ratas.
- Tendré que investigar sus antiguos territorios
[cdb]y compararlos con la ubicación de sus viejas guaridas
[cdb]para descubrir dónde está la nueva.
- Vaya. Eso parece un montón de trabajo.
- Sí, pero no hay más remedio. Estas ratas cobardes
[cdb]no saldrán a la superficie una vez que se oculten.
- ¡Genial! Comprendo su deseo de ocultarse
[cdb]en algún lugar y no salir a la luz.
- Ugh...
- Eh, pero durante los festivales y esas cosas,
[cdb]podrían escabullirse y salir. Tal vez. Quizá.
- A todo el mundo le gustan los festivales...
menos cuando hay gente... que es casi siempre.
- Sospecho que ni siquiera las fiestas más maravillosas
[cdb]te harían salir de tu guarida.
- Sin embargo, las ratas y tú podéis diferir
[cdb]en ese aspecto...
- ¿Que hacemos qué?
- Sí, por supuesto. A diferencia de ti,
[cdb]estos ladrones no desean vivir alejados de los demás.
- Hace tiempo que los tenemos a la fuga,
[cdb]por lo que no han podido ganar dinero
[cdb]con sus turbias actividades habituales.
- Así que, si preparase un lugar en el que pudiesen
[cdb]enriquecerse con sus raterías,
[cdb]tal vez considerarían que el riesgo vale la pena.
- Eh, ¿vale?
- Y el cebo será un festival.
- Después de todo, por culpa de la guerra
[cdb]hace tiempo que no celebramos nada en condiciones.
- Así que, aunque no capturemos a los roedores
[cdb]y solo suponga un alivio necesario para el pueblo,
[cdb]lo consideraría un éxito.
- Buen trabajo, Bernadetta. Has tenido una idea
[cdb]fantástica que ni siquiera a mí se me habría ocurrido.
- ¿Por qué me estás felicitando de repente?
¡¿Estás tramando algo?!
- Nada en concreto, aunque creo que a partir de ahora
[cdb]necesitaré tu ayuda con este asunto.
- ¡No! ¡Qué alguien libere a la pobre Bernie
[cdb]de este tormento!