- ¿Felix? ¿Qué estás haciendo aquí?
- Tenía asuntos que atender en la capital.
Hablando de lo cual, he oído que ahora eres
[cdb]caballero del cernícalo.
- ¿Cernícalo...? Ah, ¿te refieres a su majestad?
- Sí, a él. Debes tenerlo crudo con una persona
[cdb]tan cargante como él de líder.
- Creo que exageras, Felix.
Yo no diría que es así para nada.
- De hecho, ¡a veces hasta nos hace el trabajo sucio!
- Aunque últimamente ha estado delegando más
[cdb]en nosotros.
- Pues precisamente por eso es un problema.
Deberías recuperar tu trabajo de vez en cuando,
[cdb]incluso aunque sea por la fuerza.
- Felix, ¿estás...?
- De todas formas, el castillo ha cambiado
[cdb]en los últimos... ¿cuántos, dos años que lleva aquí?
- Para empezar, hay mucho plebeyo
[cdb]entre los caballeros.
- ¡Ahí has tenido buen ojo! Pero sí, su majestad dice
[cdb]que tiene sus pros y sus contras.
- Por ejemplo, los caballeros de familias nobles tienden
[cdb]a ser más educados y respetuosos.
- Al principio había muchos altercados
[cdb]y malentendidos, pero parece que las cosas
[cdb]se están calmando.
- ¿Y qué eres tú, noble o plebeyo? Te convertiste
[cdb]en caballero por recomendación de lord Lonato,
¿verdad?
- Sí, mi situación es algo... extraña.
Estoy prácticamente en medio.
- Aun así, me parece que hay cosas que solo yo
[cdb]puedo hacer precisamente porque no encajo
[cdb]en ninguno de los dos.
- Aunque, siempre que estoy en un apuro, su majestad
[cdb]y Dedue acuden en mi ayuda, ¡así que ni tan mal!
- Dedue también, ¿eh?
- Sí, hasta los caballeros ya lo aceptan como uno más.
- No hay mejor cocinero o nadie más hábil
[cdb]con las manos, y para colmo es todo un coloso
[cdb]en el campo de batalla.
- Espero parecerme a él algún día.
- No, por favor. Con uno tenemos más que suficiente.
- Sobre todo esa lealtad ciega. Si aspiras a eso, acabarás
[cdb]desperdiciando tu vida en el campo de batalla.
- Oh, ¿te preocupas por nosotros? Qué bonito, Felix.
- Siempre me dio la impresión de que te preocupabas
[cdb]por nuestros amigos, ¡y ahora sé que tengo razón!
- ¿Disculpa?
- A ver, las cosas que dices son bastante duras,
[cdb]pero no sale de ti abandonar a nadie.
- Siempre muestras mucha preocupación por mí,
[cdb]por Dedue y ¡hasta por su majestad!
- Ya, bueno, si os pasara algo, yo tendría que trabajar
[cdb]más. Eso es todo.
- Ya estoy bastante ocupado.
No me puedo permitir ocuparme de más cosas.
- Bueno pues, me esforzaré
[cdb]por no crearte más problemas.
- Dudo que tengas que esforzarte tanto. Ya haces
[cdb]un trabajo bastante decente apoyando a los demás.
- Así que sigue así y quizá algún día te eche una mano.
Bueno, si la necesitas.
- Gracias, Felix. Contaré contigo.