- (...)
- Caray, ¡si es el mismísimo capitán Jeralt!
Te deseo muy buenos días... Vaya...
- ¿Estás bien?
- Esos hombros tan anchos y fuertes...
Esos rasgos rudos pero atractivos...
- ¡Nunca me había fijado en que eras un hombre
[cdb]tan atractivo!
- ¿Cómo no me he dado cuenta hasta ahora?
¡Qué vergüenza! No estás fina, Manuela.
- Espero que no estés perdiendo el tiempo
[cdb]intentando flirtear con un viejo pájaro como yo.
- No me malinterpretes, me halagas, pero, a mi edad,
[cdb]los asuntos del corazón no traen sino problemas.
- Si buscas una presa, lanza la red en otro sitio.
Quizá hasta encuentres un pez con una edad similar
[cdb]a la tuya.
- Aah, ¡esa actitud directa y distante te hace
[cdb]aún más atractivo! Los años te han dado un encanto
[cdb]que no poseen hombres menos experimentados.
- Sabes quién soy, ¿no? ¿Manuela Casagranda?
Antes era cantante en la Compañía Operística
Mittelfrank, me llamaban la Gran Diva.
- Y aquí estás tú, el legendario mercenario conocido
[cdb]como Jeralt, el Quiebraespadas...
- ¡Somos la clase de pareja que podría hacer temblar
[cdb]el corazón de Fódlan!
- ¿Cantabas en la Compañía Operística Mittelfrank?
- Pues sí. ¿Alguna vez has ido a un concierto?
- No.
- Ah, ya veo... Pero ¿al menos has oído hablar de ellos?
- Claro. La verdad es que tengo un recuerdo asociado
[cdb]a esa compañía en concreto, aunque no es uno feliz.
- Vaya, ¿qué clase de recuerdo,
[cdb]si no te importa que te pregunte?
- No es algo sobre lo que me apetezca hablar.
- ¡No hace falta ser tan tímido!
Solo quiero conocerte mejor.
- Es un recuerdo de mi esposa.
- Hace mucho tiempo, le prometí que la llevaría
[cdb]a ver la ópera en Enbarr.
- Pero nunca tuve oportunidad de cumplir esa promesa.
- Oh, ya veo...
- Lo siento. No pretendía desenterrar
[cdb]ningún recuerdo doloroso.
- No te preocupes por eso. Siento que mi historia
[cdb]le haya robado el color a tu precioso rostro.
- Fue hace mucho tiempo, y no había pensado en ello
[cdb]en siglos. Así que no te preocupes, jovencita.
- ¡Caray! No recuerdo la última vez que alguien
[cdb]se refirió a mí con tan maravilloso nombre...
- Ahí está de nuevo tu sonrisa. Comparada
[cdb]con mi feo careto, tu cara es la de un ángel.
- No pierdas el tiempo con un viejo pellejudo como yo.
- Oh...