- Una victoria encomiable, lady Edelgard.
- Gracias, Hubert. Pero no me gusta que esas ratas
[cdb]sigan escabulléndose.
- Después de ver cómo cambió de aspecto,
[cdb]supongo que ese tipo está aliado con Kronya y Tomas.
- Después de ver cómo cambió de aspecto,
[cdb]supongo que ese tipo está aliado con Kronya y Tomas.
- Sí, forman parte de una organización clandestina
[cdb]que pretende conquistar Fódlan desde las sombras.
- Son las Serpientes de las Tinieblas.
- No me suenan de nada.
- No me suenan de nada.
- Mmm...
- ¿Y bien? ¿Cuál es el siguiente paso, alteza?
- Prepararnos para mi coronación.
Hubert, reúne a todo el mundo en la sala del trono.
- Ahora mismo, alteza.
- ¡Esto es fantástico!
Su alteza va a convertirse en emperatriz.
- Sí, pero antes debo hablar con el ministro
[cdb]de Gobernación y con los otros condes.
Necesito que vayas con los Caballeros de Seiros.
- No os esperaba tan pronto. ¿Qué hacéis aquí?
- Exigimos una explicación.
- ¡Has arrestado a mi padre, Edelgard!
¿Cómo puedes hacer algo así
[cdb]sin consultarlo antes conmigo?
- A lo mejor se me está escapando algo...
- Básicamente, has derrotado a mi padre
[cdb]y al de Ferdinand. ¿Estoy en lo cierto?
- No me enfrenté a tu padre, Caspar.
Me ayudó, igual que el conde de Hevring.
- Eh... ¿Y qué hay de mi padre? ¿Lo has arrestado?
- Por desgracia, no.
- Oh, vale.
- Mira, seguro que tienes tus motivos para hacer esto.
- Mira, seguro que tienes tus motivos para hacer esto.
- Pero tal vez deberías tomarte la molestia
[cdb]de explicárnoslos.
- Pero tal vez deberías tomarte la molestia
[cdb]de explicárnoslos.
- Y pretendo hacerlo.
Nos reuniremos más tarde y lo aclararemos todo.
- Monica, sígueme. Hablaremos por el camino.