A ver si me aclaro. Si consiguen cruzar las tierras
[cdb]de los Hevring, nada impedirá al ejército del Reino
[cdb]marchar directamente sobre la capital.
Exacto. El poder de los Hevring reside en Mozghuz,
[cdb]al este de aquí, más allá del estrecho
[cdb]de los picos de Oghma.
Eso es casi llegando a Enbarr.
El portal occidental a la sede de gobierno.
El conde de Hevring y sus hombres
[cdb]se harán fuertes allí para la resistencia final.
Eso, si los leones de Faerghus nos superan a nosotros
[cdb]antes. Y por supuesto, haremos todo lo posible
[cdb]por derrotarlos, por la cuenta que nos trae.
No es buena señal empezar a hablar
[cdb]de «resistencia final».
Cierto es. Y ya hemos perdido a muchos de nuestros
[cdb]mejores generales, incluido el marqués de Vestra.
No tengo ni la más remota idea de la situación
[cdb]de nuestras fuerzas en la capital,
[cdb]ni tampoco en el este.
Ya, el ejército no está haciendo su mejor trabajo
[cdb]últimamente. Por suerte vuestro escuadrón
[cdb]aún mantiene la cabeza alta.
Estamos en una situación crítica.
Apenas quedan líderes de confianza.
En su lugar, contamos solo con aquellos que saquean
[cdb]y asesinan sin sentido o compiten por ver
[cdb]quién incendia más aldeas.
Y cada uno de ellos seleccionado personalmente
[cdb]por su excelencia, el regente.
¿Crees que es buena idea revelar este tipo
[cdb]de información?
No pasa nada. Quiero que seas
[cdb]consciente de la situación.
En tus manos y las de tu compañía está la llave
[cdb]de la victoria y, con ella, de nuestras vidas.
Oh, pero mantenlo en secreto, si no te importa.
Si se supiera la verdad, la moral de las tropas
[cdb]caería a mínimos históricos.
Normalmente los mercenarios sirven de refuerzos,
[cdb]no de reemplazo. Pero así son las cosas.
En cualquier caso, mientras nos pagues
[cdb]haremos lo que nos ordenes.
Jeralt.
Si muero en esta batalla, puedes considerar
[cdb]tu compromiso como finalizado.
Serás libre de dejar de ayudar al Imperio
[cdb]en su vil caída a la depravación.
(...)
Randolph...
¿Te encuentras mejor?
Aún no me acostumbro a tu nuevo aspecto.
Pues ya somos dos. Pero no me molestará tanto
[cdb]cuando esté en el campo de batalla.
Pues ya somos dos. Pero no me molestará tanto
[cdb]cuando esté en el campo de batalla.
Si tú lo dices...
En este punto de la guerra, el Reino
[cdb]no escatima en esfuerzos para vencer.
No sé si será por eso o por otra cosa,
[cdb]pero tengo un mal presentimiento.
Ten cuidado ahí fuera.
Lo tendré. Y lo mismo te digo.
Lo tendré. Y lo mismo te digo.
Ah, es verdad. Quería darte esto...
Siempre la llevaba conmigo. Lo corta todo
[cdb]como si fuese mantequilla. Quiero que sea tuya.
Este tipo de espadas solo las reciben los capitanes
[cdb]de los Caballeros de Seiros, y la mía estaba
[cdb]acumulando polvo en el convoy de la banda.
Es cierto. Alois mencionó que habías servido
[cdb]como caballero.
Es cierto. Alois mencionó que habías servido
[cdb]como caballero.
Eso fue hace mucho tiempo.
No tengo pensado volver a blandir esta espada.
Pero ¿seguro que quieres desprenderte de ella?
Debe de significar mucho para ti.
Pero ¿seguro que quieres desprenderte de ella?
Debe de significar mucho para ti.