Tal y como yo lo veo, una mercenaria que no entrene
[cdb]a diario no durará mucho en esta profesión.
Mmm. Una lógica indiscutible.
Mas debo decir que nunca te consideré
[cdb]una mercenaria corriente.
Y tu brillante trayectoria me ha dado la razón.
Pasar tan rápido de la nada a ser una comandante
[cdb]igual de capaz que los nobles más distinguidos
[cdb]resulta fascinante. Eres una mujer muy interesante.
No protestar.
Protestar.
Eso es porque estoy acostumbrada a darlo todo.
Estoy contenta de haberme ganado el respeto
[cdb]de Edelgard.
¿Interesante? ¿Se supone que eso es un cumplido?
Me he acostumbrado a darlo todo.
¿A darlo todo?
¿Pasa algo?
En absoluto, tu actitud me parece inspiradora.
Tú y yo somos espíritus afines. En todas mis tareas
[cdb]me exijo la perfección más absoluta.
Si bruño mi armadura, debe brillar como un espejo.
Si cocino, no puedo desperdiciar
[cdb]ni un solo ingrediente.
La verdadera nobleza implica superar los desafíos
[cdb]que se presenten dándolo todo en el proceso.
Eso es pasarse un poco, ¿no te parece?
Tal vez no desperdicies la comida,
[cdb]pero ¿qué me dices de tu tiempo y de tus fuerzas?
Y yo no soy ninguna noble.
¡¿Cómo es posible?! ¿Acaso sugieres que dedicarme
[cdb]en cuerpo y alma a todo empeño es un derroche?
Pues sí.
Si lo das todo constantemente,
[cdb]te quedarás sin energía cuando más la necesites.
Eres como el caballero de la moraleja. El que se pasa
[cdb]todo el día construyendo una valla alrededor
[cdb]de su pegaso y al final el animal se va volando.
Un consejo inestimable para un pegaso, mas yo
[cdb]no soy ninguna bestia. ¡Soy Ferdinand von Aegir!
Tiene que estar de broma.
No servirá de nada insistir.
No importa quién seas.
Todo el mundo necesita descansar.
Ya sé que eres diferente.
Pero todo el mundo necesita descansar.
Si siempre mantienes la cuerda de tu arco tensa,
[cdb]se te partirá cuando tengas que disparar.
Te aseguro que tampoco soy ninguna cuerda de arco.
Pero sé a lo que te refieres.
Mas no hay motivos por los que preocuparse.
Como ya he dicho, soy Ferdinand von Aegir.
Ya sea en momentos de reposo, ocio o abstracción,
[cdb]siempre le dedico toda mi energía
[cdb]a la tarea en cuestión.
Ya sea trabajando o descansando,
[cdb]siempre lo daré todo. ¡Ja, ja, ja!
¿En serio? ¿Cómo es eso de darlo todo descansando?