- ¡Lysithea!
- ¿Tienes que gritar mi nombre siempre que me ves?
En fin, ¿qué necesitas?
- Solo necesito un poco de tu tiempo.
Quiero hablar de un asunto contigo.
- Muy bien, pero date prisa.
- Se trata de tu futuro.
- ¿Eh?
- No podía entender cómo una joven con tanto talento
[cdb]como tú tomaría una decisión
[cdb]tan impulsiva y, francamente, irracional.
- ¿Por qué te querrías deshacer de tu título nobiliario?
¿Por qué vivir con tanto desenfreno?
- Busqué las respuestas a estas preguntas.
Procuré comprender los motivos que tienes para vivir.
- ¿Podrías dejar el tema? Resulta de lo más irritante.
- Uf, vale, como quieras. Continúa.
- De acuerdo. Bueno, al final acabé descubriendo
[cdb]tu secreto y vine a hablar contigo.
- Sé que estás condenada a tener una vida corta.
- (...)
- Así que estás al tanto. Me alegro por ti.
- Bueno, como no tengo otra opción,
[cdb]agradecería que dejases el tema en paz.
- ¿De verdad no tienes más opciones?
- ¿Qué opciones crees que tengo?
Lo único que puedo hacer es asumir la culpa
[cdb]de mis padres.
- No sé, o al menos no lo sé por ahora, pero...
- ¡¿No crees que haría algo al respecto si pudiese?!
- Por supuesto. Y, como he dicho,
[cdb]carezco de una solución por el momento.
- Pero, aunque te quede poco tiempo de vida,
¿significa eso que no hay un mañana?
¿Que no hay esperanza?
- Siempre que sigas con vida, podrás hacer algo.
- ¡¿Y qué crees que puedo hacer, Ferdinand?!
- Hace tiempo que dejé de hacerme falsas ilusiones.
- No rechaces el poder de la posibilidad.
- Lord Arundel y los demás que trabajaron
[cdb]a espaldas del Imperio dejaron atrás
[cdb]mucha información.
- Y, como sabrás, he estado revisando
[cdb]esa información con Hubert.
- Durante nuestra labor, hemos encontrado registros
[cdb]de los viles experimentos realizados
[cdb]en la Casa Ordelia.
- ¡Ah!
- ¿De verdad?...
- Sí. No te garantizo que encontremos una solución
[cdb]para tu problema en particular.
- Mas Linhardt, el profesor Hanneman
[cdb]y muchas otras de las mentes más brillantes
[cdb]del Imperio están investigando el tema.
- Con la ayuda de algunos de nuestros más estimados
[cdb]emblemólogos, estamos empezando a desentrañar
[cdb]varios misterios.
- Así que, por favor, aguanta un poco más, Lysithea.
Espero que terminemos mientras aún sigas con vida.
- Qué... No...
- ¡Ferdinand, espera!
Permíteme que os ayude con la investigación.
- Eso sería mejor. Muchísimo mejor.
¡Espera!