- Mmm. No sé si este mercado vale la pena.
- Aunque la variedad de vendedores y mercancías
[cdb]resulta moderadamente impresionante.
- Hola, Linhardt. Qué raro es verte de compras.
- Creía que podría encontrar algo bueno.
¿Y qué te trae a ti por aquí, Leonie?
- Lo mismo. Este es el mejor lugar para encontrar
[cdb]artículos de uso diario, equipo de caza y esas cosas.
- Yo estoy buscando objetos que puedan ser de utilidad
[cdb]para mi investigación.
Pero, por desgracia, no he encontrado nada.
- Claro, los mejores descubrimientos no se hacen solos.
Tienes que investigar un poco.
- A ver qué te parece esto:
[cdb]sigue indagando y te ayudaré a buscar.
- No, ya he buscado bastante. Estoy muy cansado...
- Siempre igual, Linhardt. Nunca cambiarás.
- Bueno, yo me quedaré por aquí un rato más.
Si encuentro algo que crea que puedas querer,
[cdb]te lo compraré.
- Oh, eso parece interesante.
- ¿Pero cómo sabrás qué puedo querer si no he...?
Da igual.
- Oye, Linhardt. He encontrado algo bueno.
- Espera, creía que ibas a dormir.
- Habría sido de mal gusto disfrutar
[cdb]de un momento de reposo mientras buscas por mí,
[cdb]así que me propuse encontrar algo que te guste.
- ¿Eso es una máscara?
- Lo es. Es una máscara de animal, así es como se pone.
- Pf. Ja, ja. Vale, pareces un animal de verdad.
Me encanta cómo te queda.
- ¿De verdad es tan graciosa?
Pensé que podrías ponértela cuando vayas de caza
[cdb]para hacerle creer a tu presa que eres un animal.
- Ja, ja, ja. Sí, podría... Ja, ja, ja
¡Para, por favor! Me duele la barriga.
- Esta no era la respuesta que había imaginado,
[cdb]pero supongo que me basta
[cdb]con que te parezca divertida.
- Perdona. La llevaré la próxima vez que vaya de caza,
[cdb]te lo prometo. Aunque a lo mejor me echo a reír
[cdb]y asusto a los animales.
- ¿Qué has encontrado para mí?
- Ah, cierto. Mira esto... ¡Tachán!
- Al principio creía que solo era una estatua extraña,
[cdb]pero resulta que es muy antigua.
- Ah, ya veo. Sí, bueno, gracias... Pf...
- Has reaccionado de un modo raro.
¿No se trata de un buen hallazgo?
- No podría saberlo sin analizarla más a fondo.
Pero no se puede negar que es un objeto curioso.
- En fin, a juzgar por su apariencia...
Ja, ja, ja.
- Vale, ¿qué ocurre?
- Lo siento, pero la estatua es muy divertida.
Ja, ja, ja.
- Oye, ¿a dónde vas? ¡Y deja de reír!
Oye, Linhardt, vuelve aquí.