- Me atrevo a afirmar que mi estrategia
[cdb]en nuestro último combate fue impresionante.
- ¡Es lo menos que se puede esperar de mí,
Lorenz Hellman Gloucester! ¡Ja, ja, ja!
- Qué agradable sorpresa veros por aquí, señor.
Vuestras carcajadas son música celestial.
- Nada combina mejor con ese porte vuestro
[cdb]tan espléndido.
- ¿Eh, Constance? ¿Ocurre algo?
- No, en absoluto.
- Me siento fatal. Alguien tan maravilloso como vos
[cdb]no debería prestar atención a una miserable como yo.
- A ver, ¿qué pasa aquí? Tú no eres así ni por asomo.
- Siempre apareces con una sonrisa de oreja a oreja
[cdb]y una burla cortante, pero esto...
- ¡Ah! Ahora que lo pienso,
[cdb]creo que ya le ha pasado antes.
- Pensaba que quizá estaría enferma,
[cdb]puedo puede que no sea tan sencillo.
- Temo que mis palabras y mis actos... tan impropios
[cdb]para alguien de mi condición... os hayan irritado.
- Por favor, informadme sobre mi castigo
[cdb]y humildemente lo aceptaré, sea cual sea.
- ¿Qué son estas sandeces, Constance?
Tú misma dijiste que eras una noble de corazón,
¿no es cierto?
- Os pido que dejéis de mofaros así de mí.
Solo soy una simple plebeya.
- Un ser inútil cuyo único cometido
[cdb]es cumplir con obediencia vuestras órdenes.
- ¡Ya basta! ¡Vuelve a tu estado normal!
- ¡Querías restaurar la Casa Nuvelle!
¿Dónde ha quedado tu ambición? ¡¿Tu coraje?!
- Qué amabilidad por vuestra parte.
- Me apena renegar de vuestras bondadosas palabras...
- Pero es impensable para alguien de mi condición
[cdb]hacer realidad el sueño disparatado
[cdb]de restaurar la Casa Nuvelle.
- Constance, esto me apena enormemente.
- Y pensar que has cambiado tan radicalmente
[cdb]y la desesperanza te inunda al romperse tu sueño...
- He de hacer algo para ayudarte.
- No puedo imaginarme provocaros tal molestia, señor.
- Pienso ignorarte. ¡Haré lo que me plazca!
- Oh, qué gentil sois...
- Aunque vuestra ayuda no me hará feliz.
- Por muy osado y egoísta que pueda parecer,
[cdb]solo os pido que veléis por mí.
- Mmm. Parece que tengo que revisar la percepción
[cdb]que tengo de ti otra vez más.
- En su día dije que teníamos asuntos pendientes,
[cdb]pero ahora no es momento de competir.
- Correcto. Sea cual sea el duelo en el que participe,
[cdb]vos siempre saldréis victorioso.
- Bueno, aunque ya me has rechazado una vez,
[cdb]déjame que te diga esto...
- ¡Nada es imposible para Lorenz Hellman Gloucester!
- Así que cuando decidas volver a perseguir tu sueño
[cdb]y necesites ayuda, házmelo saber.
- ¡Ja, ja, ja!