- ¡Ja, ja, ja! ¡Otra vez he conseguido una gesta triunfal!
- ¡Observad mi talento excepcional!
¡De estas manos nace la nueva magia!
- Pero no debo dormirme en los laureles todavía.
Tengo que ponerme retos aún más exigentes.
- Hola, Constance. ¿Tienes un segundo?
- ¿Eres tú precisamente, Claude? Adelante.
- Estás con uno de tus viejos experimentos, ¿eh?
Llego en el momento perfecto.
- No sé cómo te atreves a hablar de mí como si fuera
[cdb]una tarea más de tu agenda.
- Oye, bueno. Espera. Me han contado
[cdb]que estabas con investigaciones mágicas, sin más.
- ¡Ja, ja, ja! ¡Has oído bien!
- He ideado un nuevo hechizo para cambiar el corte
[cdb]y la longitud del pelo.
- ¡Sin lugar a dudas supone una revolución
[cdb]que arrasará en todo Fódlan!
- Revoluciones aparte, parece un hechizo increíble.
¿Te apetece hacerme una pequeña demostración?
- ¡Genial! Si puedo cambiarme de corte de pelo,
[cdb]podré escapar de situaciones complicadas...
- ¡Por supuesto! ¡Serás mi primer sujeto de pruebas!
- ¿El primero? Espera. Ya no me parece tan buena idea.
- ¡Ja, ja, ja! ¡Ahí va!
- ¿Ha funcionado?
- ¡Mejor de lo que imaginaba!
¡El pelo te brilla más que nunca!
- Agradezco tu opinión, pero todavía no sé...
Espera, ¿por qué tengo la cabeza dura?
- ¡Uf! ¡Tengo el pelo tan afilado
[cdb]que me ha cortado la mano!
- No creo que este corte de pelo vaya a triunfar.
Parezco un gato enfadado al caerse en la bañera.
- Ahora sabes lo que siente un adelantado a su tiempo.
Quizá parezca poco convencional,
[cdb]pero tu corte de pelo es objetivamente impecable.
- Esto no es lo ideal para evitar llamar la atención.
No podría ni ponerme un sombrero sin partirlo
[cdb]por la mitad.
- ¡Esto es inconcebible! Te doy el honor exclusivo
[cdb]de experimentar con mi magia y solo eres capaz
[cdb]de lamentarte y quejarte.
- Si esa es tu respuesta, ¿por qué viniste corriendo
[cdb]a mi lado en cuanto completé el experimento?
- Sí, a ver, supongo que todo ha sido un poco distinto
[cdb]a como lo imaginaba.
- Pero sigue siendo un hechizo increíble.
No creo que nadie se acerque a este resultado.
- Parece que estuvieras consolándome.
¡Pero no he errado ni lo más mínimo!
- No, no lo considero un error en sí mismo.
Es solo que las aplicaciones prácticas son bastante...
- ¡Te arrepentirás de tus palabras! ¡Ja, ja, ja!