- Hemos logrado avances en el frente occidental
[cdb]con la retirada de la fuerza principal del Imperio.
- ¿Y qué importa eso si su ministro de Guerra
[cdb]todavía controla Arianrhod?
- Aunque pudiéramos seguir enviando tropas
[cdb]contra esas murallas, nunca vamos a derribarlas.
- Pero si nos quedamos aquí parados,
[cdb]su fuerza principal nos alcanzará enseguida.
- Parece que ya se han ocupado de la insurrección
[cdb]de Fuerte Merceus.
- Si no se nos aproximan por el oeste,
[cdb]pronto empezarán a acercarse desde el este.
- ¿Puedo proponer algo, rey Dimitri?
- Por supuesto, lady Rhea.
- Tendríamos que recuperar Garreg Mach.
Es la única forma de cambiar las tornas.
- Si apelo a la lealtad a la Iglesia, vendrá gente
[cdb]de todos los lugares de Fódlan a liberar el monasterio
[cdb]en nombre de la Diosa.
- Una vez controlado Garreg Mach,
[cdb]podremos mantener a raya al ejército imperial.
- Además, convenceríamos a los nobles de la Alianza
[cdb]más indecisos para que cambiaran de opinión.
- Sin ánimo de ofender, lady Rhea,
[cdb]esta propuesta no parece...
- La cosa no acaba ahí. Como sabemos, el obispo
[cdb]de la Iglesia Meridional está atrapado
[cdb]en el monasterio.
- Si conseguimos que salga, le recordaremos al mundo
[cdb]que la Arzobispa Rhea es la líder legítima
[cdb]de la Iglesia de Seiros.
- Creo que esto apartaría a varios de los nobles
[cdb]más devotos de Adrestia del influjo de la Emperatriz.
- Quizá ahora la fe sea más débil en Adrestia,
[cdb]pero sigue siendo la cuna de la Iglesia de Seiros.
- Muchos de sus nobles son creyentes piadosos.
Si logramos que se pongan de nuestro lado,
[cdb]quizá la guerra se decante a nuestro favor.
- Deberíamos atacar antes de que la situación se enfríe.
Correré la voz de inmediato.
- Esperad, lady Rhea. Aunque reconozco
[cdb]que vuestro plan de recuperar el monasterio
[cdb]tiene sentido, os pido que no aviséis a nadie.
- ¿Y por qué no? Con una sola palabra mía,
[cdb]un ejército de fieles acudirá a apoyar nuestra causa.
- Sí, y en cuanto el enemigo vea que la gente
[cdb]viene en masa desde montes y valles, se dará cuenta
[cdb]de nuestro plan y reforzará sus defensas.
- ¿Crees que sus defensas son más fuertes que la fe
[cdb]del pueblo? Por la Diosa, ¿tanto poder han acumulado
[cdb]nuestros enemigos?
- En ese caso, ¿qué propones?
- Encargamos el control del frente oriental a las Casas
Charon y Galatea. Luego, vamos todos a Arianrhod.
- El enemigo creerá que queremos asaltar la Dama
[cdb]de Plata, pero en realidad avanzaremos hacia el este.
- Al este... Entonces, la idea es atacar el monasterio
[cdb]desde el Valle del Tormento.
- Ya lo entiendo.
- Si atacamos desde el oeste, Arianrhod quedaría
[cdb]a nuestra espalda y el Imperio podría acorralarnos.
- Perfecto. Nada que objetar.
- Los miembros de mi Iglesia ayudarán
[cdb]a vuestros soldados a avanzar por Ailell.
- Para nosotros, el monasterio es un lugar sagrado
[cdb]y de gran valor... ¡en el nombre de la Diosa,
[cdb]juro que lo recuperaremos!
- Bien. Prepararé las tropas. ¿Lady Rhea? ¿Seteth?
Dejo nuestro futuro en vuestras manos.