- No hay vuelta de hoja, nos habéis derrotado.
- Nos pasasteis por encima y acabasteis
[cdb]con nuestro patrón.
Sé cuándo se debe ondear la bandera blanca.
- ¿Eso es todo? ¿Os rendís?
- ¿Eso es todo? ¿Os rendís?
- Nos hemos enfrentado a vosotros varias veces,
[cdb]y en todas ellas hemos perdido.
- Nos hemos enfrentado a vosotros varias veces,
[cdb]y en todas ellas hemos perdido.
- Nos habéis llevado prácticamente a la quiebra.
- Ni siquiera en condiciones ideales
[cdb]es fácil encontrar nuevos clientes.
- Y da igual lo buena que sea nuestra reputación
[cdb]si no podemos ganar. A este paso,
[cdb]tendré que dejar de llamarme el Quiebraespadas.
- En ese caso, ¿qué os parecería servir a otro señor?
¿El Sacro Reino de Faerghus?
- Hemos cruzado espadas demasiadas veces
[cdb]y sufrido muchas bajas en ambos bandos.
- Sin duda nos guardamos mucho resentimiento,
[cdb]aunque una parte de mí se pregunta si no podríamos
[cdb]dejar toda esa infame historia atrás.
- Dando por hecho, claro, que fue el dinero
[cdb]y no la ideología lo que os hizo
[cdb]pasaros al bando del Imperio.
- No temáis, palabras como «ideología» no forman
[cdb]parte del vocabulario de un mercenario.
- Mas, si unimos fuerzas, creo que no conseguiremos
[cdb]evitar a los Caballeros de Seiros.
- El problema es que la Arzobispa y yo compartimos
[cdb]un pasado. Preferiría guardar las distancias con ella.
- Lo tendré en cuenta. La Iglesia ha establecido
[cdb]su posición en la ciudad de Camulus,
[cdb]en territorio de los Blaiddyd.
- Nos aseguraremos de que no tengáis que acercaros
[cdb]y prometo daros aviso si lady Rhea decide
[cdb]visitar nuestro campamento.
- Ah, y os asignaré a una unidad independiente,
[cdb]por si tenemos que combatir junto a los Caballeros.
- ¿Aceptáis las condiciones? Nos vendría bien
[cdb]vuestra fuerza en nuestras filas, si decidís uniros.
- Sí, deberíais uniros a nosotros. A estas alturas,
[cdb]todos sabemos de primera mano lo fuertes que sois.
- Sí, deberíais uniros a nosotros. A estas alturas,
[cdb]todos sabemos de primera mano lo fuertes que sois.
- Y sí, tal vez haya algunas personas que no acepten
[cdb]de buen grado que luchéis en nuestro bando.
- Y sí, tal vez haya algunas personas que no acepten
[cdb]de buen grado que luchéis en nuestro bando.
- Pero cambiarán de opinión cuando vean lo fiables
[cdb]que sois.
- Pero cambiarán de opinión cuando vean lo fiables
[cdb]que sois.
- ¿Tú qué opinas? Dudo que el Imperio nos ofrezca
[cdb]ningún trabajo después de esto.
- Es el mejor momento para un nuevo comienzo.
- Estoy de acuerdo.
- Estoy de acuerdo.
- ¿Qué dices tú, Alois? Puede resultarte raro volver
[cdb]al bando de tus viejos camaradas de los Caballeros.
- ¿Qué dices tú, Alois? Puede resultarte raro volver
[cdb]al bando de tus viejos camaradas de los Caballeros.
- Ya he tomado mi decisión.
He jurado seguir al capitán allá donde vaya.
- Además, seguro que mis aliados me dan la bienvenida
[cdb]con... esto... con los brazos abiertos, no.
¡Lo harán con los brazos cruzados!
- Bueno, supongo que está decidido.
Esperamos vuestras órdenes.
- Iré a hablar con el grupo para limar asperezas.
Vosotros dos quedaos aquí con el patrón.
- De acuerdo, gracias.
- De acuerdo, gracias.
- Entendido, capitán.
- Nosotros también tenemos asperezas que limar
[cdb]por nuestra parte. Manos a la obra.
- (...)