- Hemos derrotado a los bandidos y recuperado
[cdb]el objeto sagrado.
- Os doy las gracias a todos por vuestra ayuda.
Hoy la Diosa nos ha bendecido.
- ¿Entonces el objeto es ese escudo?
- ¿Entonces el objeto es ese escudo?
- De hecho, es una de las reliquias.
Seguro que las conocéis.
- Decir que es obra de san Macuil.
- Decir que es obra de san Indech.
- Ah, es verdad. Recuerdo haber oído
[cdb]que san Macuil lo fabricó hace mucho tiempo.
- Ah, es verdad. Recuerdo haber oído
[cdb]que san Macuil lo fabricó hace mucho tiempo.
- Te has informado bien, aunque en este caso,
[cdb]no has acertado del todo.
- Ah, es verdad. Recuerdo haber oído
[cdb]que san Indech lo fabricó hace mucho tiempo.
- Ah, es verdad. Recuerdo haber oído
[cdb]que san Indech lo fabricó hace mucho tiempo.
- Veo que alguien ha estado estudiando.
- Mucha gente cree erróneamente que fue san Macuil
[cdb]quien forjó las reliquias.
- En realidad, la mayoría fueron obra de Indech,
[cdb]y después Macuil les infundió su fuerza.
- Se dice que Indech fabricó esta, el escudo Ochain,
[cdb]para san Cichol.
- ¡Eran buenos amigos! Eh... o eso leí una vez.
- Mucho. Pero Seiros decidió regalarle el escudo
[cdb]al primer emperador de Adrestia. ¿Sabes quién fue?
- Fue... Mmm... Sí, a ver si Cyril lo sabe.
- Fue... Mmm... Sí, a ver si Cyril lo sabe.
- Fue... Mmm. Will... algo, ¿verdad?
- Wilhelm Paul Hresvelg, el único en ostentar el título
[cdb]de «gran emperador» en la historia de Adrestia.
- Primero, solo gobernaba en Enbarr, pero luego Seiros
[cdb]compartió con él la revelación de la Diosa.
- En poco tiempo, forjó un imperio y reclutó
[cdb]un ejército para unificar Fódlan tras la guerra.
- Su batalla duró décadas y se derramó mucha sangre.
- Seiros y los Cuatro Santos lucharon junto al Imperio.
Por eso, el enfrentamiento se conoce
[cdb]ahora como la guerra de los Héroes.
- Mmm. ¿Sabías todo eso, Cyril?
- Mmm. ¿Sabías todo eso, Cyril?
- No uses mi ignorancia para sentirte mejor.
- Al final, Némesis, líder de las fuerzas rivales,
[cdb]fue derrotado en la batalla de Tailtean.
- Una vez logrado lo que ambicionaba, Wilhelm,
[cdb]el gran emperador, abdicó en su hijo, Lycaon.
- Wilhelm siguió ayudando a Lycaon en las batallas.
- Pero Lycaon falleció joven, así que Wilhem se retiró
[cdb]y dio un paso atrás.
- Cedió este escudo a Seiros y juntos lo llevaron
[cdb]de vuelta al taller de Indech.
- Y allí quedó en el olvido durante más de cien años.
- ¿Cien años? No parece ni de lejos tan antiguo.
- ¿Cien años? No parece ni de lejos tan antiguo.
- Eso se debe a que el tío Indech era muy habilidoso.
¡Fue el herrero más diestro del mundo!
- ¿El tío?
- ¿El tío?
- Mmm, ¡quería decir san Indech! En algunas fábulas
[cdb]lo llaman tío... por eso me he expresado mal.
- Una pena que ahora la emperatriz de Adrestia
[cdb]esté intentando erradicar la Iglesia de Seiros.
- Se olvidaron de sus orígenes. Es pura blasfemia.
- Toma. El escudo es para ti.
- También hemos recuperado otros objetos útiles
[cdb]que tenían los bandidos y que eran tuyos.
- ¿En serio?
- ¿En serio?
- Es lo que desea la Arzobispa.
- Igual que el gran emperador Wilhelm usó este escudo
[cdb]para derrotar al malvado Némesis...
- Te ruego que lo utilices para acabar con la vida
[cdb]de la descarriada emperatriz Edelgard.
- Aceptar el escudo.
- Rechazarlo.
- Dudar.
- De acuerdo. Se lo daré a Dimitri y le diré
[cdb]que lo emplee como considere.
- De acuerdo. Se lo daré a Dimitri y le diré
[cdb]que lo emplee como considere.
- Excelente. Seguro que le encuentra un uso adecuado.
- Gracias, pero creo que no soy merecedor
[cdb]de un escudo forjado hace cien años por un santo.
- Gracias, pero creo que no soy merecedora
[cdb]de un escudo forjado hace cien años por un santo.
- Ya veo. En ese caso, haré que se lo entreguen
[cdb]directamente al rey Dimitri.
- Pero solo soy un mercenario, ¿sabes? No sé
[cdb]si estoy preparado para llevar algo tan... sofisticado.
- Pero solo soy una mercenaria, ¿sabes? No sé
[cdb]si estoy preparada para llevar algo tan... sofisticado.
- Ya veo. En ese caso, haré que se lo entreguen
[cdb]directamente al rey Dimitri.
- El talento sobrehumano de Indech y la voluntad
[cdb]de hierro de Wilhelm. Los deseos de Seiros
[cdb]para Fódlan y la bendición de la propia Diosa.
- Todo eso forma parte de este escudo.
- Seguro que te enseñará el camino de la victoria a ti
[cdb]y a todos los defensores de la fe de Seiros.
- Me tomaré muy en serio tus palabras...
y me aseguraré de transmitírselas a Dimitri.
- Me tomaré muy en serio tus palabras...
y me aseguraré de transmitírselas a Dimitri.
- Recordaré tus palabras... y me aseguraré
[cdb]de transmitírselas a Dimitri.
- Recordaré tus palabras... y me aseguraré
[cdb]de transmitírselas a Dimitri.
- Que así sea. Espero grandes logros de todos vosotros.