Muy bien, ahora... Oh.
Qué diseño tan extraño tiene esta pieza.
Eso no forma parte del diseño, Caspar.
Es una fractura.
Una fractura perfectamente recta,
[cdb]lo que la hace muy difícil de discernir.
Probablemente no valdrá la pena repararla.
Será mejor usar esa pieza para los entrenamientos.
¡Cuánto sabes, Ferdinand!
Yo no tengo ni idea de estas cosas.
A veces me parece que lo sabes todo...
No soy tan formidable como dices.
Parece que te preocupa algo, Caspar. ¿Qué ocurre?
No, disculpa mi suposición.
Tal vez fuesen solo imaginaciones mías.
¿Ves? Lo sabes todo. Sí que me preocupa algo.
El otro día le dije a alguien que quería destacar
[cdb]en el campo de batalla y me respondió que eso
[cdb]significaba que no deseaba ver el fin de la guerra.
Obviamente, le dije que se equivocaba.
Pero entonces empecé a pensar en ello.
En lo que haré cuando termine la guerra.
En lo que podré ser...
No creo que debas preocuparte por eso.
Tal vez no sepamos lo que nos depara el futuro,
[cdb]pero estás dando grandes resultados como líder.
Seguro que se reconocerán tus esfuerzos.
Sí, pero ¿eso no significa que mi vida
[cdb]solo se centra en la lucha?
No se me da todo bien como a ti...
Ja. Mírame. No recuerdo la última vez
[cdb]que le di tantas vueltas a algo.
Bobadas. Todos tenemos tribulaciones.
Yo también tengo un par de ellas.
¿De verdad? ¿Cuáles?
Bueno...
Tu anterior estimación de mi talento sin límites,
[cdb]por ejemplo.
¿Eh? ¡Pero si es cierto! Además,
¿por qué debería preocuparte que se te dé todo bien?
Sin duda, puedo ocuparme
[cdb]de casi cualquier asunto fácilmente.
Y no tengo muchas preferencias claras,
[cdb]dejando al margen los estimulantes como el café.
Y no tengo muchas preferencias claras.
De hecho, prácticamente ninguna.
Ya. ¿Y qué quieres decir?
Que, para mí, ese hecho no es más que la otra cara
[cdb]de no destacar con ningún talento.
Soy un conocedor de todo, pero maestro de nada.
Así que me resulta brillante la gente como tú,
[cdb]con una habilidad excepcional en un único campo.
(...)
¡Ja, ja! Vale, le estás dando demasiadas vueltas
[cdb]a todo esto, Ferdinand.
No me malinterpretes, me encanta que tengas
[cdb]tan buena opinión de mí,
[cdb]pero siempre que nos comparamos acabo humillado.
¿De verdad crees eso?
Se me dan mal las ciencias, soy un estratega nefasto
[cdb]y un zoquete a la hora de coordinar cualquier cosa
[cdb]que no sea atarme los zapatos.
Pero tú puedes ayudarme con todo eso.
Y no solo a mí, ¡puedes ayudar a todo el mundo
[cdb]a mejorar sus puntos débiles!
¡Uf! Bueno, ya basta de preocupaciones por hoy.
¡Hora de correr hasta vomitar! ¡Ja!
¡Caspar, espera! Oh... Se ha ido.
Supongo que tiene algo de razón,
[cdb]mi falta de debilidades me aporta
[cdb]la habilidad única de ofrecerle ayuda a todos...