Así que el propio Holst está dirigiendo
[cdb]los entrenamientos de los soldados, ¿eh?
Y todos parecen más participativos que nunca.
Típico de Holst.
Por la Diosa, me pitan los oídos.
¡Holst! Qué sorpresa.
Estaba viendo cómo entrenabais.
Todos parecen muy motivados... quizá porque saben
[cdb]que no les quitamos el ojo de encima.
¿Los soldados no están tan entusiasmados
[cdb]cuando los dirige otro?
Entrenar solo es útil cuando se simula una batalla
[cdb]de verdad. Sin tensión, no es más que ejercicio.
Tendremos que mejorar nuestros métodos.
Tampoco nos pasemos. No es que hagan
[cdb]el holgazán precisamente cuando no estás.
Simplemente, veo que todos se esfuerzan un poco más
[cdb]cuando se dan cuenta de que andas cerca.
Eres la leyenda viva de Leicester... el gran guerrero
[cdb]que consigue logros con un heroísmo indomable
[cdb]y sin un emblema que le ayude.
¿Y ellos están ahí entrenando y luchando a tu lado?
Probablemente sea el mejor entrenamiento de su vida.
¡Ja! Tienes todo un don para los halagos.
Pero yo tampoco estoy a la altura
[cdb]de los Diez Elegidos.
Claro que si luchara con alguien así, no me marcharía
[cdb]con las manos vacías. Aun sin ayuda, seguro que
[cdb]arrancaría alguna extremidad que otra antes de caer.
Si continúas la senda de los Diez Elegidos,
[cdb]tendré que inventarme un halago aún mayor.
Pero decía en serio lo de las tropas. Sinceramente,
[cdb]yo también me emociono cuando estoy a tu lado.
Entonces ha merecido la pena que viniera.
Aunque sigo pensando que tú inspiras
[cdb]mucha más confianza y entusiasmo que yo.
La Alianza nunca habría estado tan unida como ahora
[cdb]si no fuera el caso.
Ojalá sea así. Un poco de solidaridad
[cdb]nos vendría muy bien.
En cualquier caso, gracias de nuevo, Holst.
Aprecio tu gesto.
Solo cumplo con mi deber como heredero
[cdb]de la Casa Goneril.
Todo lo que hago es por el bien
[cdb]de la Alianza de Leicester.
Lo que importa aún más es que Hilda está a tu lado.
Con eso me basta para seguir aquí a tu disposición.
Parece que tendré que darle las gracias a Hilda.
No hay nada malo en ello... pero protégela también.
Como sabes, juré proteger la Garganta de Fódlan
[cdb]con mi propia vida si fuera necesario.
Y si los almyrienses centran su atención en ese punto,
[cdb]no tendré más remedio que volver de inmediato.
Si eso sucede, estaremos allí contigo
[cdb]para hacerlos retroceder.
Quizá sea un presentimiento, pero creo que
[cdb]el siguiente ataque cambiará el destino
[cdb]de Fódlan para siempre.