- ¡El profesor Jeritza me ha dado la buena noticia!
Te doy la bienvenida a la Casa del León Azul.
- Estoy deseoso de aprender y mejorar juntos,
[cdb]pero por ahora, siéntete como en tu hogar.
- Nuestra casa ha estado muy animada desde que
[cdb]descubrimos que ibas a ser [MFH:uno_una] de los nuestros.
- ¡Así que esta noche celebraremos un banquete
[cdb]en tu honor! Siempre y cuando aceptes las lujosas
[cdb]viandas de la cantina.
- Has salvado la vida de su alteza.
Todo el Reino está en deuda contigo.
- En nombre de los Leones Azules, permíteme decir
[cdb]que me honra tener a una jovencita tan encantadora
[cdb]entre nosotros. De verdad.
- No se me ocurre una mejor forma de conocernos
[cdb]que sentarnos a comer juntos.
- Ya basta de parloteo. Eres [MFH:un mercenario_una mercenaria], ¿no?
¿Qué tal manejas la espada?
- No se te debe de dar mal si el cernícalo
[cdb]ha decidido admitirte.
- Pero no lo sabré con certeza hasta enfrentarnos
[cdb]en la plaza de armas. Nos vemos allí antes de cenar.
- ¿Qué modales son esos, Felix? No seas descortés.
- Pero debo admitir que yo también tengo curiosidad.
Dicen que eres [MFH:un luchador_una luchadora] excepcional.
- Me encantará luchar contra cualquiera de vosotros.
Me recordáis a mis viejos camaradas mercenarios.
- Me encantará luchar contra cualquiera de vosotros.
Me recordáis a mis viejos camaradas mercenarios.
- Enfrentaos si debéis hacerlo,
[cdb]pero procurad no haceros daño.
- No es fácil encontrar la plaza de armas.
¿Quieres que te enseñe el camino más tarde?
- Créeme, lo digo por experiencia.
Si te desvías un poco, acabarás en la biblioteca
[cdb]con la pila de libros más grande que jamás hayas visto.
- Sí, este es el monasterio más grande de Fódlan,
[cdb]resulta fácil perderte si te despistas.
- Si tienes algún problema, dilo.
- Has ayudado a su alteza. Estamos en deuda contigo.
- ¿Recordáis vuestra misión?
- Debemos aplastar a los Rufianes del Rey de Hierro
[cdb]que sigan con vida. Profesor, esto parece un poco...
difícil para ser nuestra primera misión.
- Ya han abatido a su líder, Kostas.
Si el profesor cree que somos capaces de acabar
[cdb]con el resto, confío en su buen juicio.
- Bien. Preparaos.
- Por supuesto, prof... Oh, se ha ido.
- Por supuesto, prof... Oh, se ha ido.
- El profesor Jeritza es muy callado.
Resulta difícil hablar con él.
- Seguro que te acostumbras a él. Tal vez sea
[cdb]un tanto brusco, pero no es una mala persona.
- Aun así, ¿cazar bandidos de buenas a primeras?
Menuda misión nos han encomendado.
- Tras lo acontecido en las montañas,
[cdb]no desearía volver a poner en peligro a su alteza.
- Te preocupas demasiado, Dedue.
Además, nos acompañará [MFH:nuestro nuevo aliado_nuestra nueva aliada].
- Aceptar el cumplido.
- Aconsejar cautela.
- No es la primera vez que envío bandidos a la tumba,
[cdb]y tampoco será la última.
- No es la primera vez que envío bandidos a la tumba,
[cdb]y tampoco será la última.
- Vaya, ¡me has convencido!
- Deberíamos proceder con cautela.
Si mantenemos la calma, no habrá nada que temer.
- Deberíamos proceder con cautela.
Si mantenemos la calma, no habrá nada que temer.
- Bien dicho. Alteza, no os alejéis mucho.
- No te molestes, Dedue. Podrías agarrar
[cdb]a este mentecato por el cogote y, aun así,
[cdb]se te escaparía y cargaría de frente contra el enemigo.
- Sea como sea, debemos estar bien preparados.
- Y contaremos con el apoyo
[cdb]de [MFH:nuestro amigo mercenario_nuestra amiga mercenaria].
- Expresar confianza.
- Hacer un comentario jocoso.
- No te decepcionaré.
- No te decepcionaré.
- Claro que sí, Dimitri. Cuenta todo lo que quieras
[cdb]mientras yo me hago con los laureles.
- Claro que sí, Dimitri. Cuenta todo lo que quieras
[cdb]mientras yo me hago con los laureles.