- Gracias por acompañarme en este paseo
[cdb]a la luz de la luna, mi querida señorita.
- Gracias por la invitación.
Siempre he disfrutado de estas caminatas nocturnas.
- La luna y las estrellas son preciosas, y también
[cdb]hay ciertas plantas que solo florecen de noche.
- ¡Ja, ja, ja! Contaba con que supieras algo así. Algún día
[cdb]tendrás que decirme dónde encontrar esas flores.
- Sí, bueno, ¿de qué querías hablar?
- Bueno, he oído que te ibas a comprometer
[cdb]y solo me... preguntaba cómo te sentías.
- ¡Caray! Alguien se ha informado bien.
- Bueno, tu futuro prometido es un noble de las tierras
[cdb]de los Gautier. Es normal que al final me enterase.
- ¿Vas a aceptar? A ver, no es que crea que es
[cdb]un mal tipo ni nada, pero...
- No, es una pregunta lógica. Sin embargo,
[cdb]dado que mi padre adoptivo aprueba la petición,
[cdb]dudo que tenga mucho que opinar al respecto.
- Aunque si pudiese, seguramente la rechazaría.
Aún hay mucho que hacer y experimentar
[cdb]en este mundo.
- Aun así, dudo que ninguna de las dos partes
[cdb]cediese.
- ¿Por qué no rechazarlo como haces con el resto?
- He rechazado tantas peticiones de matrimonio
[cdb]que a mi padre adoptivo se le ha agotado la paciencia.
- Y dado que ya ha iniciado
[cdb]las negociaciones matrimoniales,
[cdb]será difícil echarse atrás ahora.
- ¡A ese indeseable no le importan tus sentimientos!
Solo le importa tu emblema.
- No elegimos nuestros linajes,
[cdb]como las flores no eligen dónde florecer.
- Si estar casada significa que nunca me faltará de nada,
[cdb]entonces no tengo derecho a quejarme, aunque no sea
[cdb]el resultado deseado.
- Tu situación es parecida, ¿no?
La gente como nosotros debe intentar florecer
[cdb]como buenamente pueda.
- Nunca me he imaginado como una flor,
[cdb]pero entiendo lo que quieres decir.
- Las flores están estancadas siempre en el mismo sitio,
[cdb]les guste o no. Y si brotan en un lugar desfavorable,
[cdb]mala suerte.
- Pero nosotros tenemos piernas, no raíces.
Podemos ir adonde queramos.
- ¡Y no tenemos por qué renunciar a nuestros sueños
[cdb]mientras seamos sensatos al respecto!
- Ya veo. ¿Y cuál es la solución «sensata» en este caso?
- Bueno, si tu único objetivo es acabar
[cdb]con las negociaciones matrimoniales,
[cdb]podría pedirte que te casaras conmigo.
- Creo que no te sigo. ¿Te casarías conmigo...
para que no tuviera que casarme con otro?
- Para dejarlo claro, no estoy intentando cortejarte
[cdb]ni nada parecido.
- Pero soy el heredero de la Casa Gautier.
- Si te lo pido, este otro tipo no tendría más opción
[cdb]que retirarse. Aunque dudo que le siente muy bien.
- Después de eso, puedes hacer lo que quieras.
Ir a trabajar a la iglesia o servir sopa
[cdb]o lo que te haga feliz. No te detendré.
- Pero eso impediría que te casases
[cdb]con la persona que amas.
- ¡Ja, ja! Vale, mira, solo era una idea.
Tienes muchas opciones disponibles.
- Sabes cómo manejarte por el mundo, Sylvain.
Siempre he admirado eso de ti.
- ¡El honor de recibir un halago así de ti
[cdb]me hace levitar! Pero en serio, hazme saber
[cdb]si necesitas ayuda. Siempre estaré aquí para ti.