- ¡Ah!
- ¡Uah!
- ¡Bien hecho, Leonie! Es uno de los ciervos
[cdb]más grandes que he visto en mi vida.
- Sí, nos vamos a dar un buen festín.
Empecemos por partirlo en trozos y... ¿Mmm?
- ¿Qué pasa?
- Ignatz, solo hay una flecha clavada en el ciervo.
- Anda, es verdad. Qué raro.
- Pensaba que le habíamos dado los dos,
[cdb]pero se ve que no.
- Estas flechas son todas iguales, así que no hay forma
[cdb]de saber quién disparó la que lo mató.
- Bueno, mi flecha iba muy bien dirigida,
[cdb]así que yo diría que acertó en el blanco.
- Tal vez. Parece que el flechazo es poco profundo,
[cdb]así que quizá sea la mía... No tiro tanto de la cuerda
[cdb]del arco como tú.
- ¡Pero podría ser la tuya fácilmente!
No lo tengo nada claro.
- Mmm. Es verdad que no se ha clavado mucho.
Y tú tienes muy buena puntería...
- ¡No! No. Es mía. Tiene que serlo.
La he lanzado fenomenal.
- ¿Le habrá dado a algún otro ciervo?
Aunque tampoco es que haya visto más...
- Da igual. Sácale la flecha mientras preparo todo
[cdb]para colgarlo y desollarlo.
- ¡Vale!
- ¿Eh? Espera, hay algo dentro... ¡Ah!
- ¡Date prisa, Ignatz! Tenemos que colgarlo y vaciarlo
[cdb]antes de que la sangre se coagule.
- ¡Mira, Leonie! ¡He encontrado la otra flecha!
- Alguien se ha puesto contento, ¿eh? ¿Dónde estaba?
- ¡Dentro del ciervo!
- Había una punta de flecha rota dentro de la herida.
He hurgado un poco y también he encontrado
[cdb]fragmentos de la flecha.
- Espera. ¿La primera flecha acertó en el ciervo
[cdb]y la segunda entró por el mismo punto exacto?
- Eso parece. Y explicaría por qué la flecha
[cdb]que encontramos no se había clavado bien.
- Vaya. Es... impresionante.
- Sí, ¡las hemos clavado a milímetros de distancia!
- Qué buena noticia. Tenía clarísimo que le había dado
[cdb]al ciervo, pero empezaba a dudar de mí misma.
- ¡Me habría vuelto loca si hubiera fallado!
- Sí, a mí me preocupaba también haber perdido
[cdb]la puntería.
- ¡Ja, ja! Estábamos pensando lo mismo.
- Lo sé. Qué gracioso.
- La verdad es que se te da genial el arco. Un fallo tuyo
[cdb]desde esa distancia habría sido raro.
- ¡Y a ti no hay cazador que te supere, Leonie!
- Da igual si vamos a cazar ciervos o a lanzar flechas
[cdb]en plena batalla... No te cambiaría por nadie
[cdb]para acompañarme.
- Lo mismo digo. ¡Ahora vamos a preparar el ciervo
[cdb]para la comilona!