Siento que soy una carga más que una ayuda
[cdb]la mayoría del tiempo.
¿Qué te pasa, Ignatz? Pareces triste.
Hola, Annette. Perdona, no quería preocuparte.
Solo estaba reflexionando. No hace falta
[cdb]que te preocupes por... Mmm.
Oye, tú eres la hija de Gustave, ¿verdad?
Sí. Eh, ¿por qué lo preguntas?
Dicen que Gustave es uno de los mejores caballeros
[cdb]de todo Faerghus, así que...
Oye, ¿tienes un minuto para hablar?
¡Por supuesto! ¿Qué te ronda la cabeza?
Últimamente, he estado pensando en algo.
Yo... no sé si valgo mucho como caballero.
¿Qué? Venga ya, Ignatz. ¡Nos has ayudado mucho!
Todos confían en ti.
¿Tú también? A ver, soy un caballero, pero no destaco
[cdb]por ninguna habilidad en concreto.
Por eso, mmm, pensaba que quizá podría aprender
[cdb]de las historias de tu padre.
Al fin y al cabo, Gustave es un caballero legendario
[cdb]que ha servido a generaciones de reyes de Faerghus.
Vale, me estoy sonrojando, y tus halagos
[cdb]ni siquiera van dirigidos a mí.
Por mi parte, encantada de contarte lo que sé.
¡Gracias! En ese caso, déjame entrar en materia...
Mmm, ¿qué tipo de entrenamiento suele seguir?
Entrena sin falta a diario tanto con la espada
[cdb]como con la lanza. En serio... No recuerdo
[cdb]que se haya tomado un día libre en décadas.
Interesante. En reconocimiento a su gran trabajo,
[cdb]deben de haberlo nombrado caballero real, ¿no?
No estoy segura de si es por su gran trabajo.
Bueno, puede que solo sea una broma de mi tío.
Mi padre empezó como soldado en el castillo real
[cdb]cuando era más joven que nosotros ahora.
Al parecer, hace unos 40 años vio al anterior rey,
[cdb]un niño en aquella época, caerse de una muralla.
Tiró su lanza y consiguió clavar la ropa del joven rey
[cdb]a la pared. ¡Y le salvó la vida! Parece ser
[cdb]que eso le valió un ascenso.
Es, mmm... Bueno, una historia tan detallada
[cdb]que dudo que se trate de una broma.
Después de eso, mi padre cambió su rutina
[cdb]de entrenamiento. Apunta a diario a cientos de hojas
[cdb]que caen de los árboles con su lanza, o eso he oído.
¿Y eso lo hace solo para entrenar?
Yo no acertaría ni a una sola de esos cientos de hojas.
Perdona, Annette.
Creo que me he puesto el listón demasiado alto.