- ¡Es mi plato favorito!
Qué bien se te da alegrarle el día a la gente.
- Gracias. Espera, ¿es gratis?
Ando algo corto de dinero.
- ¿Sabes qué? Ya estoy lleno.
Pero tal vez coma un poco por educación...
- ¿Quieres montar a caballo? Vale.
Así al menos no me meteré en problemas.
- Justo estaba pensando en que deberíamos ir a dar
[cdb]una vuelta. Venga, vámonos.
- Qué recuerdos me trae esto...
En los viejos tiempos, solía pasar el rato así con Holst.
- Por un momento creí que me traías aquí para hacer
[cdb]artes marciales. Supongo que me equivoqué.
- El pueblo natal de mi madre está en las montañas,
[cdb]estos riscos no son nada comparados con ese lugar.
- Este lugar es todo un diamante en bruto.
¿Quién te lo ha enseñado?
- ¿Un pájaro? ¿Podemos comérnoslo? Espera,
[cdb]más vale que no sea la bestia de la que te hablé antes.
- Espera, ¿es eso...? No, perdona. Creía que podría ser
[cdb]la carta de un viejo amigo atada a una flecha.
- Claro, ¿por qué no? Cazar es un deporte de nobles,
[cdb]y yo soy un noble... más o menos.
- ¡Ja! Buena suerte. En cuanto vean tu mirada de acero,
[cdb]todos los bichos saldrán corriendo.
- Estoy bien, gracias. Aunque me pregunto si quedará
[cdb]algo del alcohol de ayer...
- Venga ya, ¿estás de broma?
Da igual lo fuerte que seas,
[cdb]jamás podrías cargar con un peso como el mío.
- Déjamelo a mí. Atraparé un pez tan grande
[cdb]que apestaremos a pescado durante una semana.
- ¿Quieres jugar en el agua? Qué infantil eres a veces.
Pero me gusta eso de ti.
- Deberías abrirte a la naturaleza como yo.
Es bueno para el alma.
- Cuando voy a algún lugar donde se respira
[cdb]aire fresco, echo de menos el olor a humedad
[cdb]del Abismo.
- ¿Quieres pelear?
Bueno, no tenemos por qué hacerlo, pero...
- Tal vez no lo sepas, pero había una cuarta casa
[cdb]en Garreg Mach llamada la Casa del Lobo Plateado.
- Si alguna vez ves que un enemigo quiere atacarme,
[cdb]hazme un favor y échame una mano, ¿vale?
- Se me da bien pelear, pero estos son tiempos difíciles
[cdb]para quienes no son capaces de hacer lo mismo.
- Por una vez me gustaría ser la persona
[cdb]que cambiase el curso de la batalla ella sola.
- ¿Mis gustos? El dinero, la lucha, las mujeres y apostar.
No necesariamente en ese orden.
- Los cazarrecompensas, probablemente.
Soy demasiado vago para preocuparme por nada más.
- Oh, qué respuesta tan fácil. Quiero convertirme
[cdb]en el Rey de la Lucha Sobrehumana de Fódlan.
Ya tengo ese título en Leicester.
- No puedo ganar dinero si no apuesto,
[cdb]y no puedo apostar si no gano dinero.
Qué cruel es el mundo.
- Vienes de una aldea de montaña, ¿no?
Mi madre también,
[cdb]así que supongo que nos parecemos.
- ¿Hablas de mujeres? Porque si no,
[cdb]la mayoría de mis recuerdos tienen que ver con Holst.
Bueno, y con Hilda, supongo.
- Aquí hay demasiada gente seria.
Estaría más tranquilo si hubiese más bichos raros.
- ¿Estás de broma? ¿Has visto estos puños?
Aunque supongo que no me importa blandir un arma
[cdb]de vez en cuando.
- Espera, ¿de verdad te importa lo que los demás
[cdb]piensen de ti? Vaya, me sorprendes.
- Eres justo mi tipo, y peleas de maravilla.
- Bien. Puedo partir todos los cráneos que quiera,
[cdb]me viene bien para desahogarme.
- Hoy no es mi día.
Anoche me acosté tarde, no sé si me entiendes...
- ¿Esto? Sí, hace un tiempo un tipo me dio la tabarra
[cdb]sobre lo despeinado que iba y me echó una mano.
- Heredé el pelo ondulado de mi madre.
Mi padre y mi hermano pequeño tienen el pelo liso.
- Admiras mis facciones cinceladas, ¿eh?
Adelante, disfrútalo.
- Se puede saber cuántas veces alguien se ha enfrentado
[cdb]a la muerte con solo verle la cara.
- Te has fijado en el cuerpazo del Rey de la Lucha, ¿eh?
¿Qué puedo decir? Lo sé, soy impresionante.
- Estuve a punto de pagar la deuda con mis músculos.
Bueno, tampoco nos engañemos, no estoy en venta.
- Qué bien sienta salir a estirar las piernas
[cdb]de vez en cuando.
Espero que eso haya ayudado a relajarte un poco.
- Contigo siempre paso un buen rato.
Tendremos que repetirlo.
- Si trabajamos juntos, algo se nos ocurrirá.