¿En serio, Caspar? Pero si todavía no es mediodía.
Ya ha pasado el mediodía, Linhardt.
Sí, pero los cálidos rayos del sol y la fresca brisa
[cdb]me han embelesado. Así que, dicho eso,
[cdb]me vuelvo a dormir.
¡Te voy a arrancar esa manta de un tirón!
Levántate, he encontrado algo impresionante.
¿Cuántas veces te habré oído decir lo mismo
[cdb]para acabar descubriendo que la verdad
[cdb]es mucho menos interesante?
Vale, primero, eso no es cierto.
Y segundo, esto es mucho más impresionante
[cdb]que todas esas otras veces.
Mmm, no sé. Muy bien, sorpréndeme.
¡Mira! Alguien ha matado a ese oso gigante.
Preferiría no verlo, gracias. No tengo interés
[cdb]en contemplar sangre y vísceras tan temprano.
Oh, pero si ya lo han despellejado y todo.
Lo que significa que todavía se verán algunas heridas
[cdb]abiertas, además de la sangre que se haya derramado
[cdb]en el proceso.
Vale, entonces no mires a esa parte, mira la cara
[cdb]aterradora que tiene. Daría cualquier cosa por acabar
[cdb]con un monstruo como este.
Entonces deberías formar una partida de caza,
[cdb]colocar trampas y hacer eso mismo.
No, no quiero cazarlo. Quiero acabar con él.
Mis puños contra sus zarpas, ¿lo entiendes?
Comprendo tu obsesión,
[cdb]pero de entre toda la gente de Fódlan...
¿Solo mi padre podría conseguirlo? ¿Es eso lo que ibas
[cdb]a decir? Oye, no me voy a conformar con ser siempre
[cdb]el segundón.
Unas palabras conmovedoras, pero creo recordar
[cdb]que el conde de Bergliez derrotó a un oso y salió
[cdb]ileso cuando apenas era un alumno de la Academia.
Lo hizo cuando era más joven que tú.
¡No me importa! ¡Aún no es tarde! Pienso derrotar
[cdb]a un oso y después encargaré una armadura
[cdb]como la de mi padre.
Dijiste lo mismo cuando éramos unos críos
[cdb]y decidiste obligarme a ir contigo.
Me arrastraste por valles y montañas en busca
[cdb]de un oso y, por tu culpa, el pelo y la ropa
[cdb]me quedaron hechos un desastre.
Y tuve que sanar tus heridas todas las veces
[cdb]que te hiciste daño. Aunque, gracias a eso,
[cdb]aprendí bastante acerca de la magia curativa.
Entonces ambos ganamos algo, ¿no?
Además, me ayudaste mucho y te lo agradezco.
Supongo que podemos dejarlo en que fue
[cdb]una buena experiencia. Pero tal vez
[cdb]deberíamos prorrogar ese comportamiento por ahora.
Sí, creo que eso sería lo mejor.
Prorro... eh... Perdona, ¿qué dices?
Que deberíamos centrarnos en nuestros enemigos
[cdb]y no en los osos.
Por este motivo, creo que lo mejor es que esperes
[cdb]hasta que acabe la guerra para cumplir tu sueño.
Cuando reine la paz de nuevo y vivamos en un mundo
[cdb]en el que pueda dormir libremente, espero que
[cdb]alcances tus ambiciones.
Sí, supongo que eso tiene sentido.
Oh, y cuando llegue ese día, estaré encantado
[cdb]de volver a acompañarte. Pero, por ahora,
[cdb]centrémonos en lo que tenemos por delante.
De acuerdo, aplazaré la pelea con el oso.
Cuando sobreviva a esta guerra y me vuelva
[cdb]más fuerte, derrotar a ese oso será pan comido.
Eso no... Bueno, supongo que existe
[cdb]alguna posibilidad de que eso sea cierto.
Sobrevivamos a la guerra para que, algún día,
[cdb]todos nuestros sueños osunos se hagan realidad.