- Mmm. Tendré que solucionar este asunto
[cdb]cuanto antes.
- ¡Hola, Lorenz! ¿Qué pasa? Si sigues con el ceño
[cdb]tan fruncido, vas a tener agujetas en la cara.
- ¿Mmm? Ah, hola, Hilda.
- ¿Duermes bien últimamente? El cuerpo no vive
[cdb]a base de quejas y agobios, ¿sabes?
- Gracias por preocuparte, pero me temo
[cdb]que no me queda más remedio.
- Entre tú y yo, creo que mi padre se está preparando
[cdb]para cederme el título de conde.
- Como ya sabes, he heredado el título
[cdb]de conde de Gloucester de mi padre.
- Ahora debo encontrar a una esposa adecuada.
Es un asunto de máxima urgencia.
- Sí, tiene pinta. ¿Por eso estás de mal humor?
- No sé, pero creo que no tienes que preocuparte.
Seguro que pronto encuentras a la persona adecuada.
- Ojalá tuviera tanta confianza como tú. Los requisitos
[cdb]para un matrimonio con la ilustre Casa Gloucester
[cdb]son bastante estrictos.
- Mi esposa ha de estar dispuesta a vivir conmigo
[cdb]como miembro de la nobleza y a asumir
[cdb]las responsabilidades que conlleva liderar la casa.
- Espero encontrar a la mujer ideal.
Por cierto, ¿cuál es la situación en la Casa Goneril?
- ¿Mi casa?
- Tu padre ha decidido ceder su título a Holst, ¿no?
Pronto asumirá el mando de vuestra casa.
- Solo me preguntaba qué piensas hacer
[cdb]cuando eso suceda.
- Hace poco, tu padre cedió el mando
[cdb]de la Casa Goneril a tu hermano Holst, ¿verdad?
- Solo me preguntaba qué piensas hacer
[cdb]ante ese panorama.
- Pues... ¡no lo sé! A ver, a mí no me interesa mucho
[cdb]lo que hace mi hermano.
- Mmm. Si tuviera que elegir, quizá me iría de viaje.
Siempre he querido ver mundo.
- Iría de aquí para allá, disfrutando de las vistas
[cdb]y comiendo los mejores platos de Fódlan.
- Por supuesto, esperaría a que termine la guerra
[cdb]y todo se calme, claro.
- Así que viajar, ¿eh? Esa respuesta sí que es inesperada.
- Aunque he de decir que conseguir que tu padre
[cdb]o Holst te den permiso no será una tarea sencilla.
- Ese tipo de aventuras están plagadas de peligros.
Ni me imagino los riesgos que correrías
[cdb]por enfermedades o la ignominia de los caciques.
- Si me permites opinar, creo que la estabilidad
[cdb]y una vida de disfrute encajan mucho mejor
[cdb]con tu personalidad desenfadada.
- Quizá, pero hay un momento y un lugar para todo.
Puedo viajar primero y descansar después.
- Además, Holst y mi padre me lo consienten todo.
Así que no creo que convencerlos
[cdb]me costase demasiado esfuerzo.
- Ah, aunque no debería viajar a destinos
[cdb]muy cálidos ni muy fríos.
- Los extremos no me van.
- En ese caso, conozco un sitio ideal.
- Hay un lugar maravilloso en los límites de Leicester,
[cdb]con bosques inmensos y ríos de aguas cristalinas
[cdb]con un clima muy agradable.
- Se encuentra muy cerca del territorio de los Goneril,
[cdb]así que tu familia se quedará tranquila.
- A ver si lo adivino. ¿Es Gloucester?
- Ah, qué perspicaz. Exactamente, Hilda.
- Eso me parecía. Supongo que no me importaría
[cdb]añadirlo al itinerario.