1. ¡Ah! ¡Ja! ¡Quia!
  2. Supongo que eso bastará por hoy.
  3. Qué gran manejo. Eres la personificación del noble ideal: [cdb]blandes la lanza y la pluma con el mismo aplomo.
  4. Hubert. Como siempre, apareces de la nada [cdb]cuando menos me lo espero.
  5. Si insistes en aparecer en mitad de mi entrenamiento, [cdb]no te quejes si acabas ensartado como un cerdo [cdb]por error.
  6. Sí, durante estos ejercicios suelen ocurrir percances.
  7. Podrías matarme de una estocada ahora mismo [cdb]y achacarlo a un mero accidente.
  8. Ya basta, Hubert. No me gustan tus chanzas.
  9. Aunque supongo que fui yo quien empezó hablando [cdb]con frivolidad. Te pido disculpas.
  10. Nunca sé qué responderte cuando insistes [cdb]en disculparte de forma tan seria.
  11. En fin, últimamente tu entrenamiento parece [cdb]especialmente arduo.
  12. Tenía curiosidad por saber qué te ha incitado a esto [cdb]y vine para investigarlo.
  13. Me parece de lo más obvio: [cdb]nos aproximamos al punto álgido de la guerra.
  14. Por ese motivo debo concentrarme aún más [cdb]y esforzarme enérgicamente para alcanzar la victoria.
  15. Lo hago por mis camaradas, [cdb]por el Imperio y por un futuro mejor.
  16. ¿Y por tu difunto padre?
  17. ¿Por qué dices eso?
  18. El padre que admiraba, el que sirvió como un pilar [cdb]del Imperio, murió hace mucho tiempo.
  19. El hombre con el que luchamos en Fuerte Merceus [cdb]no era más que un traidor descarriado.
  20. A estas alturas...
  21. Atiende, Ferdinand.
  22. Si no deseas darme la razón, solo tienes que decirme [cdb]que me equivoco.
  23. Como se suele decir: [cdb]quien protesta en demasía, admite la verdad.
  24. Esa no era mi intención.
  25. Mas no puedo negar que parte de mí piensa [cdb]de ese modo.
  26. Has cambiado. Bueno, no. Tu verdadero yo no ha cambiado en absoluto.
  27. Sigues siendo igual de terco que siempre, [cdb]pero ahora tu personalidad resulta más flexible.
  28. Y tú nunca cambiarás. Sigues siendo el mismo Hubert [cdb]que conocía cuando era un joven ignorante.
  29. Desde entonces, has avanzado infaliblemente [cdb]por este camino de mano de Edelgard.
  30. Mas ahora todos seguimos la misma senda, [cdb]y vosotros dos sois la vanguardia.
  31. Si tienes algo que decir, [cdb]déjate de lisonjas y habla claro.
  32. Muy bien. Quiero unirme a vosotros en el frente [cdb]para que nuestra Emperatriz tenga súbditos leales [cdb]a su diestra y su siniestra.
  33. Seremos Hubert y Ferdinand, [cdb]las joyas gemelas del Imperio.
  34. ¿Las joyas gemelas... del Imperio? ¡Ja, ja, ja!
  35. Ja, ja, ja. Eh... ¿Acaso fue tan cómico?