- Mi señor, el ejército de la Federación ha llegado
[cdb]al extremo oriental de Fhirdiad.
- ¿Ya? Han avanzado más rápido de lo que esperaba.
La nieve de Faerghus no es una aliada de fiar.
- Tenía claro que este ataque llegaría al mismo tiempo
[cdb]que una ofensiva del ejército imperial.
- Pero, después de lo que hemos visto en el frente
[cdb]occidental, parece que no va a ser el caso.
- ¿Entonces el ejército de la Federación intenta
[cdb]conquistar nuestra capital por su cuenta?
Pensarán que nuestra fuerza militar es pésima.
- Es cierto que la mayoría de nuestros soldados
[cdb]están repartidos entre el frente occidental
[cdb]y las operaciones de pacificación en el norte.
- Una situación que probablemente haya orquestado
[cdb]el propio Claude.
- En todo caso, es ridículo pensar que un ejército
[cdb]de ese tamaño podría tomar todos los castillos
[cdb]de Faerghus.
- Aunque consiguieran derrotarnos, su victoria
[cdb]solo les daría el control de la capital
[cdb]durante un breve periodo de tiempo.
- Es verdad. Los nobles de Faerghus reunirían
[cdb]sus fuerzas y recuperarían Fhirdiad fácilmente.
- Entonces debe de ser parte de su plan. Si no quieren
[cdb]controlar la capital, seguro que tienen otro objetivo.
- Quizá esté relacionado con la Iglesia Central.
- Es posible. Puede que quieran ganarse el favor
[cdb]de Edelgard acabando con la Iglesia
[cdb]antes de que lo haga el ejército imperial.
- Asumiendo que eso fuera cierto, evitaríamos
[cdb]una batalla si le diéramos la espalda a la Iglesia.
- Pero eso podría dividir a Faerghus y provocar
[cdb]una masacre aún mayor. ¿No llegamos
[cdb]a esa conclusión cuando empezó todo esto?
- Sí. Por eso esta guerra sigue librándose a día de hoy.
- Te entiendo. Si nuestra participación supone
[cdb]que se derrame más sangre innecesariamente,
[cdb]habremos hecho unos cálculos totalmente erróneos.
- Sin embargo, la Iglesia ha salvado a muchísima gente.
Personas sin sitio adonde ir y sin un hogar.
- El resultado ideal sería proteger a nuestra gente,
[cdb]nuestro futuro y a la Iglesia al mismo tiempo.
- Pero si tuviera que elegir y sacrificar
[cdb]una de las tres opciones, lo tendría claro.
- Haré lo que deba como rey de Faerghus.
- (...)
- Majestad, debemos actuar pronto si queremos
[cdb]vernos las caras con el ejército de la Federación.
Espero órdenes.
- Supongo que no podemos actuar sin comprobar
[cdb]antes las verdaderas intenciones de Claude.
- Tenemos que saltar al campo de batalla.
Ahora mismo solo podemos desempeñar el papel
[cdb]que Claude nos ha asignado en esta farsa.
- Sylvain, no dejes que el entusiasmo se apodere de ti.
Si te alejas demasiado, vuelve a nuestra posición.
- No sé a qué viene eso, majestad. Tengo la cabeza
[cdb]bastante más fría de lo que podría parecer.
- Rodrigue, envía a un mensajero a Camulus
[cdb]y organiza la evacuación de lady Rhea y su séquito.
- Y ordena que los Caballeros de Seiros que están
[cdb]en la capital la escolten. Diles que van a ser
[cdb]sus guardaespaldas.
- ¿No necesitaremos que nos ayuden
[cdb]a defender Fhirdiad?
- De momento, los quiero lo más lejos de aquí
[cdb]como sea posible.
- Entendido. Y si por casualidad surgiese
[cdb]un motivo para romper lazos con la Iglesia...
- No sigas por ahí, Rodrigue. Todavía no.
Ahora luchamos para defender la capital. Ya está.