- Ah, Ferdinand. No sabía que habías vuelto al palacio.
- Sí, aquí estoy.
Mas no he venido por motivos oficiales como tú.
- Entonces, ¿por qué has venido hasta aquí?
Ah, claro. Has venido a ver a tu padre.
- Me avergüenza admitir que esta es la primera vez
[cdb]que lo visito en su celda.
- Mi padre insistió en que me mantuviese alejado
[cdb]por mi propio bien.
- Mas debo confesar que la mazmorra no es
[cdb]el horrible lugar que me había imaginado.
- Tenía en mente... ya sabes, atizadores incandescentes,
[cdb]clavos y otros artilugios de esa índole.
- Oh. Entonces tal vez te interese saber que sí tenemos
[cdb]una mazmorra como la que describes.
Pero solo la he visto una vez.
- Está en un nivel inferior a los actuales aposentos
[cdb]del antiguo Duque. Es un lugar funesto donde las ratas
[cdb]corretean de un lado a otro.
- ¿Ratas? No me imagino que padre
[cdb]sea capaz de soportar semejantes vecinos.
- Aunque tenía un aspecto demacrado,
[cdb]parece que su cuidado podría ser mucho peor.
- Hacemos todo lo que podemos por cuidar de su salud.
El resto dependerá de su estado de ánimo.
- No tengo ninguna queja al respecto.
- Solo me importa que lo mantengan con vida
[cdb]y le den un juicio justo. Y que su penitencia
[cdb]sea la apropiada para sus crímenes, por supuesto.
- Pues será mejor que aceleres las cosas,
Hubert está perdiendo la paciencia.
- Soy consciente de ese hecho. El problema es
[cdb]que sigo sin poder vincular a mi padre con muchos
[cdb]de los actos de los que se le acusan.
- Tal vez estés perdiendo el tiempo.
Un noble tan poderoso como tu padre
[cdb]podría conseguir documentos y testigos falsos.
- Cualquier registro preexistente se considerará
[cdb]demasiado sospechoso como para demostrar
[cdb]su culpabilidad o inocencia.
- También soy consciente de ese hecho...
- Lo cierto es que... hace tiempo que ya tengo
[cdb]pruebas de su corrupción.
- Las descubrí al revisar sus documentos tributarios.
Cuando comprendí lo que había hecho,
[cdb]estaba listo para entregarlo a las autoridades.
- ¿Ibas a entregar a tu propio padre?
Me sorprende oírte decir eso.
- Lo digo en serio.
Creía que podría preparar una sólida acusación
[cdb]en su contra durante el curso de la Academia.
- Sin embargo, lo encarcelaste antes de que pudiese
[cdb]organizar mi imputación. Je. Tiene gracia.
- He idolatrado a mi padre desde que era un infante.
Mas tuve que apartar esos sentimientos
[cdb]con el fin de reunir el odio necesario para castigarle.
- Ahora me siento atrapado entre ambas emociones
[cdb]sin poder hallar una vía de escape.
- Ya veo. Y dime, ¿es ese el fin de tu historia?
- Creía que te ibas a convertir en el primer ministro
[cdb]para mantenerme a raya, o incluso para eclipsarme.
- Oh. Bueno, no pretendía...
- Sigues pudiendo conversar con tu padre a pesar
[cdb]de querer que pague por sus crímenes.
- Así que, si buscas una vía de escape,
[cdb]empieza a lidiar con tus problemas.
Nunca es demasiado tarde.