- ♪Hm, hm, hm, hmmm...♪ ¡Oh, me encantan los días
[cdb]como hoy, cuando no hay casi nadie por aquí!
- Hola, Bernadetta. ¿Tienes un momento?
- ¡Uy! ¿Qué? ¡No estaba haciendo nada, lo juro!
- Me lo tomaré como un sí.
- Oye, hay un asuntillo del que me tengo que encargar,
[cdb]y estoy reuniendo a todo el que esté disponible.
- Que, por ahora, solo somos tres.
- Vale, bueno, a mí no se me da muy bien encargarme
[cdb]de cosas, y para nada de... ya sabes. Asuntos.
- Apoyarla.
- Reprenderla.
- Bueno, vamos tras los bandidos atrincherados
[cdb]en la cueva, así que el combate a distancia será inútil.
- Bueno, vamos tras los bandidos atrincherados
[cdb]en la cueva, así que el combate a distancia será inútil.
- Bernadetta será un lastre para nosotros.
- Bernadetta será un lastre para nosotros.
- ¿B-bandidos? ¡Eh, un momento! ¡Yo no soy
[cdb]un lastre para nadie! ¡No me faltes al respeto!
- ¿B-bandidos? ¡Eh, un momento! ¡Yo no soy
[cdb]un lastre para nadie! ¡No me faltes al respeto!
- Puedo luchar cuando quiera, y a lo mejor quiero hoy.
- Puedo luchar cuando quiera, y a lo mejor quiero hoy.
- Solo te estaba intentando librar, pero, oye, si quieres
[cdb]venir a luchar contra bandidos en cuevas,
[cdb]por mí genial.
- Solo te estaba intentando librar, pero, oye, si quieres
[cdb]venir a luchar contra bandidos en cuevas,
[cdb]por mí genial.
- Bueno, eh... Sí, verás...
Quizá será mejor dejarlo esta vez.
- Déjate de monsergas. Te las arreglas más que bien
[cdb]en combate, y lo sabes.
- Déjate de monsergas. Te las arreglas más que bien
[cdb]en combate, y lo sabes.
- A ver, sí, nos enfrentaremos a unos bandidos
[cdb]en una cueva, pero no puede ser tan difícil.
- A ver, sí, nos enfrentaremos a unos bandidos
[cdb]en una cueva, pero no puede ser tan difícil.
- Arg, ¿ves? Sin duda debo pasar esta vez.
- ¿No tienes nadie más a quien preguntar?
¡Es mi día libre! ¡El Día de Bernie!
- ¿No tienes nadie más a quien preguntar?
¡Es mi día libre! ¡El Día de Bernie!
- Pues la verdad es que casi todo el mundo está
[cdb]ocupado con una cosa u otra.
- Oh, supongo que por eso está hoy todo tan
[cdb]tranquilo por aquí.
- ¡Basta! Si no nos damos prisa, el enemigo
[cdb]sabrá que vamos y cambiará de posición.
- ¡Uaaa! ¡¿Q-quién sois?!
- Es el duque de Gerth, ministro de Asuntos Exteriores.
Entiendo que es la primera vez que os conocéis.
- Probablemente así sea, aunque he trabajado
[cdb]en muchas ocasiones con tu madre.
- ¿En serio? Entonces debo agradeceros
[cdb]que la mantuvierais a salvo...
- Ah, para nada. De hecho, soy yo quien está en deuda
[cdb]con ella y sus notables habilidades.
- Está bien, ya basta de presentaciones por hoy.
Tenemos que ponernos en marcha, ¿recordáis?
- Está bien, ya basta de presentaciones por hoy.
Tenemos que ponernos en marcha, ¿recordáis?
- Tienes razón. Bernadetta, deja que te ponga al día.
- Hace dos años, intentaba recuperar
[cdb]las Cadenas de Dromi.
- Pero, al parecer, un personaje siniestro descubrió
[cdb]mis intenciones y consiguió infiltrarse en mi círculo.
- Probablemente trabajaba para lord Arundel.
- Ahora que lo mencionáis, alguien entabló contacto
[cdb]con mi padre, el barón de Ochs, cuando desaparecí.
- Mis indagaciones sobre esa persona me condujeron
[cdb]al círculo del duque de Gerth.
- Bien apuntado. Parece que todos esos personajes
[cdb]misteriosos pertenecen al mismo grupo.
- ¿Y son los bandidos de la cueva?
- Así es. Tras varios intentos infructuosos,
[cdb]por fin hemos logrado dar con ellos.
- Debemos atacar antes de que puedan reubicarse.
- Y... ¿Edelgard, Hubert y los demás
[cdb]no andan por aquí? ¿Soy solo... yo?
- Parece que el Día de Bernie tendrá que esperar.
- Empatizar con ella.
- Desdeñar su preocupación.
- Lo siento, Bernadetta. Ya es mala suerte
[cdb]que recibiéramos hoy el informe.
- Lo siento, Bernadetta. Ya es mala suerte
[cdb]que recibiéramos hoy el informe.
- ¡En fin, tendré que resarcirme con el enemigo!
- ¡En fin, tendré que resarcirme con el enemigo!
- Oye, no eres la única que quiere un día libre.
Pero venga ya, todos tenemos que arrimar el hombro.
- Oye, no eres la única que quiere un día libre.
Pero venga ya, todos tenemos que arrimar el hombro.
- Vamos. Y recordad que el tiempo es vital.
- ¡Asestaremos un golpe letal contra todo
[cdb]el que amenace al Imperio y a su majestad!
- Me temo que yo no soy muy diestro en el combate,
[cdb]así que mi destino está en vuestras manos. ¡Buena suerte!